Ciclo
Me he enterado por mi mismo que vivo en un ciclo constante.
Todo esto lo he descubierto en la quietud de mis pensamientos. En la inspección profunda que he logrado al sentirme yo solo hacia dentro y en darme cuenta de lo poco que estoy en el mismo estado emocional por poco tiempo.
Soy como las cuatro estaciones en un día. Un libro de historia en resumido en un mes de mi vida.
Puedo contarles a brevedad maso menos lo que esto conlleva ser así. Quizás os pueda parecer un relato carente de toda o poca llamatividad, sin embargo y si me lo permiten, les invito a permitirme desnudar las grietas secas de mi corazón enfermo.
Y sí, es que yo paso de la fuerza y la alegría a los ratos de quietud y rumia mental como cruzar una calle de dos carriles sin tráfico por la madrugada.
Hay simples momentos en los que tengo la paz como bandera y el deseo de escapar para encerrarme entre las nubes y comerme lo que llamo la fría sensación del ser yo, lo cual es por mucho algo de lo cual soy incapaz de explicar y a la vez poco experimentado en vivir.
¿Y saben? Creo no ser el único que piensa que el frío de la piel de otro cuerpo que no es el tuyo, es sinónimo de paz, calma y sanidad para el alma. Quizás un placebo, quizás solo una obsesión de la cuál nadie (pienso) es capaz de hacerme cambiar de parecer.
Y es que, adoro la paz del corazón intangible que cuesta sangre y llanto.
En ocasiones me sumerjo en ríos de pianos suaves que dejo sonar mientras laburo. Les dejo para que traten de traer paz a mis túrbulas emociones que no se cesan de chocar como placas que estremecen la tierra y producen terremotos.
¡Ay estas tierras! !Quiero llorar y gritar! Me lleno de ira, rabia y de la cólera más putrefacta que jamás nadie haya conocido en su fugaz vida. ¡Ay esta estúpida norma conductual y la horrorosa herida que no sana!
¡Malditos somos los hombres, malditos! Malditos entre tanta hipocresía y entre la influencia de los demás y nuestra poca capacidad de tener carácter. ¡Ay de mi y de lo que odio de mi mismo! Escucho replicar las letras de una canción que dice maso menos que 'ya no quiero ser yo' por culpa de 'no poder reconocer a quien en frente del espejo está'.
¿Dónde está el abrazo? ¿Dónde está el amigo? ¿Hay alguien ahí que me ilumine los senderos que llevan al amor sanador?
¿Existe un transplante para el corazón intangible amigos que leen esto?
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