Te veo

Escuchame por un momento, que te tengo que hablar y mientras lo hago, por favor cerra los ojos para que la luz no te haga distraerte de lo que te voy a decir.

¡Sos la culpable!

Luego de más de 31 millones de segundos, reconozco que perdí el tiempo pensando en una sola cosa: Aunque la señales no fueron claras, mi esperanza debe servir de algo.

Vos has planeado todo un plan cuya estrategia consiste fervientemente en robar mi corazón. Tu mente maestra, concreta el acto con tan sólo una mirada tierna que termina en mis labios sedientos con un beso.

Y es que tu nombre y las letras que lo componen, no dudaron en poblar una mente como la mía y ahora sos la dueña de un lugar que estaba desolado.

Te veo así.

Así te veo, no lo oculto y estoy como un niño ilusionado con la llegada de un juguete que le da felicidad.

Inevitable es no pensar en vos con un atardecer. Me he convencido de lo que sos y aunque me cueste creer, la oportunidad ha llegado.

Te veo para mi, te veo así para estar ahí, te veo como la luz y la maravilla que ha de salvarme.

El pecado vive en mi y puede que me consuma en un fuego enfermo tal y como un virus incurable deteriora mi alma; no importando así tal situación veo como tus labios me sanan haciéndome suave nuevamente pero decidido y seguro de querer estar con vos.





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