Estabamos los dos

¿Qué me dan tus besos?

La mieles de la vida.

Me encontré con ellos una tarde, sentado en el parque viendo pasar el tren.

Ahí estabamos, dos.

Ahí estabamos, dos.

Sentados lo más cercano uno del otro, acelerando partículas por una fuerza extraña que sale del interior.

Ahí estabamos, dos.

Ahí estabamos.

Qué sensación tan fuerte, ya no siento tu boca seca y ahora oigo con más fuerza tu respirar.

Me gusta, éramos dos.

Ahí estabamos.

Veíamos pasar la gente, y nos volvíamos a ver con una sonrisa nerviosa.

¡Nos sentíamos niños otra vez!

Ahora, era el turno de ver pasar el tren, con destino deconocido.

En ese tren nos montamos, en un viaje que no sabemos para donde irá. Sólo sé que vamos de la mano y eso , eso lo hace especial.

Montados en los rieles, los vagones ya flotaban.

¡Mi mente vuelve!

Seguimos en el parque, tu mano con la mía, tus dedos entre los míos.

Manita sudada

aaaaaaaaaayyyyyy

Besos que saben a miel, bocas que no se han de morder.

Me encontré mi alma perdida, estaba ahí en tu baúl de corazones.

¿No me dejás salir?

¡Total y no quiero!

Te pertenecen mis besos, mis caricias y mis lamentos.

Ahí estabamos, los dos.

Ahí estabamos, éramos uno.

Sonriente, te veo de nuevo.

Cada centímetro que me acerco a vos, no puedo parar de sentir correr la sangre a 1000 km/h

¡Espero que mi músculo que bombea sangre, resiste tal intensidad!

Persona si me emociono, es que me gustas y sos un regalo hermoso.

Ahí, en ese lugar... estabamos... los dos...

Ahí, se contruyó el amor.

Ahí...

Me encontré mi alma perdida, estaba ahí en tu baúl de corazones.